Adblue, ¿Qué es y para qué sirve?

Los motores diésel son conocidos porque generan menos contaminantes y dióxido de carbono que los de gasolina u otros combustibles; sin embargo, sí emiten otros químicos peligrosos, que deben ser reducidos: óxidos de nitrógeno (NOx) y benzopirenos que se encuentran en las cenizas que genera la combustión del también llamado gasóleo.

Estas sustancias se adhieren a los tejidos del sistema respiratorio, son altamente cancerígenas y no se pueden eliminar físicamente, por lo que se necesita la instalación de filtros antipartículas que provoquen una reacción química para transformarlos y que salgan a la atmósfera convertidos en gases inocuos. Tal es la misión del aditivo AdBlue.

¿Qué es AdBlue?

AdBlue es la marca comercial de una disolución acuosa de urea al 32% (AUS32, por sus siglas en inglés), registrada por la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (Verband der Automoblinindustrie). Se utiliza junto con el sistema SCR (Reducción Catalítica Selectiva) para reducir las emisiones de NOx que proceden de los escapes de vehículos pesados con motores diésel. Su fórmula química es NH2)2CO+H2O, alcanza el punto de congelación a los -11°C y se evapora a temperaturas superiores a 30°C.

El consumo de AdBlue es equivalente a entre el 3 y el 5% del consumo de combustible, puesto que no se necesita rellenar el depósito especial para almacenar el aditivo ante cada recarga de diésel. Sin embargo, se utiliza exclusivamente por la línea de vehículos equipada con los sistemas SCR.

La urea, componente principal del AdBlue, es una sustancia química orgánica de apariencia cristalina e incolora, que se disuelve en alcohol y agua y puede cristalizarse. En el AdBlue se usa al 32%, obteniendo un producto no inflamable, no explosivo, no tóxico ni nocivo para la salud. Sin embargo, es importante considerar que puede ser corrosivo para algunos metales, por lo que se debe tener cuidado con la carrocería y piezas metálicas al momento de rellenar el depósito.

La función del sistema SCR

La Reducción Catalítica Selectiva SCR es una tecnología patentada en 1957, en Estados Unidos, para el control de emisiones contaminantes cuya función es convertir los NOx en nitrógeno molecular (N2) y agua (H2O) a través de un catalizador y un reductor gaseoso (que suele ser amoniaco) y se usa en la salida de gases del motor.
Originalmente, el SCR se utilizaba en calderas industriales y plantas incineradoras de residuos para después llevarse a los motores diésel de vehículos grandes: trenes, turbinas de gas, barcos y vehículos, donde actúa junto con AdBlue para reducir del 80 al 95% las emisiones de NOx.

El AdBlue se almacena en uno o dos depósitos (de acuerdo con el modelo del vehículo) que son adicionales al del combustible. Suele recargarse de forma programada como el aceite para motor y líquido refrigerante, aunque la necesidad de recarga depende del tipo de conducción. Usualmente, cuando los niveles descienden por debajo de lo recomendable, el tablero del vehículo notifica para que el usuario acuda al servicio.

AdBlue tiene una vida útil de 18 meses desde su producción, por lo que debes estar al pendiente de las fechas de vencimiento. Debes almacenarlo en un lugar seco y fresco, a temperaturas entre -11°C y 25°C en envases de acero inoxidable o de polietileno de alta densidad.

¿AdBlue para qué sirve?

Si bien AdBlue no cuidará de tu motor, no es un lubricante ni combustible, sí ayudará en gran medida a reducir las emisiones contaminantes y las probabilidades de enfermar a causa de ellas, además de cumplir con las normas de seguridad ambiental impuestas a los transportistas.

Actualmente, Pochteca cuenta con dos plantas para fabricación de AdBlue en Antofagasta y Santiago, ambas cuentan con certificación de la norma ISO 22241 y los derechos de la marca AdBlue® por parte de la Verband der Automoblinindustrie (VDA). Así que si quieres adquirir el mejor aditivo para tu vehículo diésel, solo tienes que adquirirlo a través de nuestra página web donde con gusto te atenderemos a través del chat en línea para más información.

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